viernes, 3 de octubre de 2014

Un lunes en la vida de Diego

Son las 9.00h. Aparece nublado pero voy seguro al lado de la mano de mi mamá. Bueno, muchos días también voy arropado por la mano de mi papá y otros muchos días voy corriendo todo lo que puedo pues no llegamos a tiempo. Mi papá me coge fuerte en sus brazos y juntos cabalgamos. La sirena suena. "Hay mucha gente en el colegio", le digo a mi papá. "Claro, todos tenemos mucho que aprender", me responde entre su forzada respiración, pues me lleva corriendo.

En la fila están mis amigos y sus papás les miran con la misma ternura como lo hace el mio. Un beso y mi maestra me recoge para empezar mi dia en el colegio. Mi colegio se llama Gloria Fuertes. Mis papás me dicen que Gloria Fuertes escribió muchas poesías y cuentos para nosotros. A mi mamá le gusta mucho "El camello cojito".

En el recodo de la puerta digo adiós, con un gesto, con una sonrisa. Hay más niños en la clase. Ellos han venido un poco antes pues sus papás tienen que entrar a trabajar más pronto. Allí están muchos de ellos. Una vez, cuando entramos no había nadie. ¿Dónde estaban? "Sorpresa", gritaron. Estaban escondidos detrás de las mesas.
Nuestra profe nos sienta en circulo. Es el momento mágico que me encanta. Todos juntos. ¿Quien no ha venido hoy? A veces hay amigos que se quedan en la "casa" que la profe ha dibujado. Cuando yo tampoco puedo ir al cole me pregunto si mi foto estará también en la "casa". Cada día, uno de nosotros es el encargado. Es algo especial para mi, pues es una responsabilidad muy grande. Tengo que hacer muchas cosas como repartir, recoger o incluso estar el primero en la fila. Pero lo que más me gusta es cuando es el cumpleaños de mis amigos. Ese día no hay que traer desayuno y la profesora prepara todo como si de una gran fiesta se tratara.
Una fiesta que dura y dura y sin darme cuenta ya estoy otra vez trabajando. Y es que hay tanto que hacer en el cole... y es que crecemos tan rápido. Ahora pinto, ahora sigo una línea de puntos, ahora garabateo, ahora escribo mi nombre, ahora leo, ahora escribo nuevas palabras, ahora cuento, ahora me lo paso bien... ahora estoy en mi rincón favorito.
El día pasa tan rápido que hago tantas cosas que luego cuando llego a casa me cuesta resumir a mis padres. Supongo que dentro de poco ya podré contarle muchas más cosas de las que hago. Miro a las paredes de mi clase y me parece tan bonito. Hay muchas letras, hay muchos números. Una gran pizarra donde escribimos las letras grandes y las letras pequeñas. Y es que pongo mucho interés en seguir aprendiendo...
La profe dice que hay que seguir aprendiendo cada día para ser emprendedor, autónomo y creativo. Yo lo intento cada día con los trabajos que hago. Recorto, pego letras, hago trenes con mi foto y lo llevo a casa como un gran invento mio. Estoy orgulloso de ir al cole, de llevar mis cuentos en mis carpetas. También aprendo a solucionar problemas aunque eso a veces no es tan sencillo. Pero mi profe me dice que por qué hacemos de un pequeño problema un gran problema. Y es que todavía soy pequeño y necesito tiempo. Un tiempo que pasa rápido... parece que fue ayer cuando lloraba en la puerta del cole con tres años. Ahora ya soy muy mayor. Tengo 5 años y quiero aprender muchas cosas. De mi profesor de inglés que está muy loco. Se disfraza, nos canta, nos lee cuentos, nos pone películas y le decimos que por qué no son en español. De mi profesor David cuando nos enseña las canciones y me transporta a ese mundo de la música. De mis profe de Religión que me enseña también lo importante que es ser buena persona... y de mi tutora que siempre está conmigo. Que me enseña, que me protege. Que cuelga y decora la clase y prepara actividades... pero siempre tengo el recuerdo de mis padres. Tengo ganas que la sirena vuelva a tocar para volver a verles. Para abrazarles y decirles todo lo que les quiero. Lo mismo que me quieren a mi, cuando vienen a hablar con mi profe. Y yo me pregunto ¿de qué estarán hablando? Yo quiero seguir creciendo a su lado, estar con ellos. Porque este es mi cole, un cole que me intenta enseñar que hay que estar en silencio no porque el profesor lo diga sino por respeto a los demás. Y también mis profes se enfadan conmigo porque no quieren que cambie. Saben que soy buen niño, con mis cosas, con mis sueños... transportado en un avión que me lleva por diferentes mundos de aprendizaje.

Un saludo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.