Despedidas con corazón y feliz verano.

El equipo de Educación Infantil quiere despedirse formalmente mediante esta entrada deseando el mejor de los veranos posibles. Cada tutora ya os ha comentado las pautas y rutinas para este verano. Descanso para venir con todas las energías posibles.
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En cuanto al repaso del inglés, éste debe ser todo en forma de juego. Realizar los "momentos de inglés". Dar unas buenas noches en inglés, hacer juegos en inglés, poner la tele de algunos dibujos animados en inglés. Siempre con el fondo de la diversión y la naturalidad. En este blog, si pincháis en "Englishpitinglish" podéis encontrar mejor explicados todos estos temas.
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Y ahora toca el tema de las despedidas. Soy Jose. Maestro de Educación Primaria en la Especialidad de Educación Física e Inglés pero que este año he dado psicomotricidad e inglés en 5 años.

En nuestras vidas todos tenemos sueños. Sueños profesionales y sueños personales. Mis sueños personales se cumplieron al conocer a una mujer maravillosa y tener dos hijos maravillosos a su lado. Mi sueño profesional coincidió con el de mi mujer: Poder trabajar en el extranjero.

Lo veíamos muy difícil, pero cada año ahorrábamos para buscar una buena escapada al extranjero: Nueva York, Costa Rica, Inglaterra, Irlanda, Finlandia, la India... En cada país que marchaba siempre buscaba un momento para conocer su sistema educativo. Por seguir aprendiendo y mejorando.

Y nos ha llegado el momento. El miércoles 24 de junio de este año, la Embajada de España, mediante el Ministerio de Educación me ha comunicado que me han adjudicado la única vacante en el área de Educación Física en el Instituto Español Cañada Blanch de Londres.

Durante este año, en el silencio de las noches y mientras arropaba el sueño de mis peques, y mi mujer estaba a mi lado estudiando medicina, comencé a estudiar una nueva oposición para trabajar en el exterior como maestro. Las posibilidades eran remotas pero no imposibles, pues se presentaron 840 personas para 90 plazas en diferentes partes del mundo. Este año, entre las 90 plazas que se ofertaron se ofertó una única plaza para trabajar como maestro de Educación Física en Londres. Y fui a por ella.

La cosa empeoró cuando tuvimos que ingresar a Paula en Diciembre del 2014. Durante los tres meses siguientes de recuperación mi mente no podía estudiar. Cuando la volvimos a ver a sonreír sin dolor, comencé a darme cuenta del valor que tiene cada momento. Fue ella, quien me dio energía para no volver a quejarme. Para seguir trabajando por un sueño, ser constante. Así, durante el mes de abril, trasnochando y madrugando, comencé a asimilar un temario de legislación y proyectos educativos en el exterior.
Sin creérmelo iba superando cada una de las cinco fases que constaba la oposición... y sin creérmelo iba situándome entre los 50 mejores. El 25 de mayo, en las fiestas de Getafe, fui al Ministerio a presentar mi proyecto ante el tribunal.
Y lo conseguí. Y lo conseguimos. Tengo un periodo de renuncia de 15 días y pienso en lo que este centro me ha aportado. Pero la cabeza y el corazón saben que debo marchar por la oportunidad que esto supone para mis hijos, mi mujer y para mi. Sin el apoyo de mi mujer no hubiera emprendido esta aventura. Mi mujer ha dejado su trabajo de médico para venirse conmigo y comenzar una nueva vida allí.
En cierta ocasión me dijeron que toda decisión tiene sus renuncias. En este caso, el irme a Londres a trabajar me supondrá perder definitivamente la plaza que tengo en este colegio.

En un principio me voy por seis años y luego... pues luego intentaré seguir siendo feliz y hacer lo que mis hijos me han enseñado: vivir y valorar cada instante.

Quería así despedirme de todos. Dando las gracias y disculpándome a aquellos papás que me preguntaron que iba a hacer el siguiente año. Sinceramente, no sabía que me pudiera ir, pues alcanzar la plaza en el exterior era extremadamente difícil. Comentaros que en una de las preguntas que tuve que superar me preguntaron ¿cómo motivo a los alumnos? ¿Cómo intento hacerles partícipes de su aprendizaje? Y me acordé de lo que hemos trabajado este año con los niños de 5 años en inglés. Y en mis hombros estaban estos 75 niños, dándome sus sonrisas, dándome sus cariños y dándome su guerra. Y así, pregunta tras pregunta y tras 30 minutos de exposición, debate y entrevista me preguntaron: ¿le gustaría realizar el proyecto que nos ha presentado en el centro al que aspira? Me paralicé por un momento y respondí: El proyecto que le he presentado lleva el corazón de un niño español y puede perfectamente ser enseñado a un niño británico. El proyecto que le he presentado es posible y real. Me encantaría poder llevar mi metodología a los niños británicos.

Y así acabé la oposición...

Mi idea es hacer al niño feliz, que aprenda con lo que ve, que aprenda con su error. Creo que el contacto con los papás también ha sido necesario. En cierta parte me despedí con un teatro para las familias de 5 años por sentirme también cercano y feliz con los niños.

Me hizo muy feliz leer el poema de Sara sobre vuestros hijos. Veros después de la noche mágica a todos reunidos fue un momento muy, muy especial. Otro momento, personal y final para mi, ha sido leer que el relato que escribí en este blog sobre la noche mágica de 5 años, ha hecho feliz a tantos padres y alumnos. Siendo la entrada más visitada del blog, con más de 300 de visitas en menos de una semana, quise transmitir lo que los niños suponen a los maestros. Algunos padres me dijeron que esa entrada les supuso mucha emoción. Yo sólo creo que esa emoción, ese brillo en los ojos es lo que llevamos los maestros en cada momento con vuestros hijos y la cual intenté transmitir en Inglaterra.

Me llevo este recuerdo vuestro. Mi aprendizaje  se lo debo a ellos. Nuevas aventuras se me abren a mi familia y a mi. Creo que marchar al extranjero es un regalo que quiero hacer a mis hijos. Abrir horizontes es algo que siempre he intentado llevar conmigo. Y en esos nuevos horizontes están los niños a los que durante seis años he trabajado en este centro. Seis años de aventura, serenidad que me llevo.

No me gusta decir adiós, porque el mundo es muy pequeño, y estoy seguro que tarde o temprano volveremos a vernos.
Un fuerte abrazo y beso a todos por hacerme crecer profesionalmente y por hacerme feliz al lado de vuestros hijos.
Gracias a vuestros hijos por cobijar los sueños de Paula y Diego. Seguro que también se llevarán uno de los mejores recuerdos de su infancia.

Jose.